Relato inacabado

Noche de jueves. Pero como si fuera un viernes por la noche.
Estoy agotado, y sólo puedo escuchar baladas.
Imaginad lo que pasa por mi mente.



Desde el profundo insomnio que poseía mi cuerpo en aquella apaciguada noche, un gemido se escapó de mis labios. Retorcía las sábanas y las atraía hacia mí. Era una manera de calentar mi frío cuerpo. Quería sentir su calor, el calor. Aquel calor sencillo y especial. Aquel aroma que desprendía. No estaba. Ese era el motivo de mi gemido.

A la mañana siguiente, traté de recobrar la compostura. Se había marchado, ¿y qué? la vida continua, me decía a mí misma. La vida continua... contigo o sin ti. Soy fuerte.

Traté de quitarme su imagen de mi mente. Era un chico estúpido y raro. Cuando tratabas de acercarte a él, siempre te evadía. Nunca hablaba de sí mismo. Ni siquiera le gustaban las cosas que le gustan a los chicos siempre.
Recuerdo que llegué a gritarle que era un maldito borde. Me sacaba de quicio.

Sin embargo... Creo que su evasión provocaba cierto misterio que me mantenía desvelada. Sí. Eso fue exáctamente lo que me atrajo de él. Quizás... Quizás cuando le conocí, perdió el misterio y me aburrí de él.
A lo mejor podría haber seguido aquí si no le hubiese dicho que...

Es estúpido. No. Claro que no.

Sin embargo, aquello que me impide dormir... ¿Y si no es él? Tal vez me he equivocado. Con suerte, el problema no es él si no otro. Una preocupación, quizás.
Sí. Eso será. Yo no le necesito.
Ya no le quiero.

* * * * * * *

Inspirated in: http://www.youtube.com/watch?v=732ju8LS6gM

[...]

Me voy a descansar un poco.