lunes, 7 de diciembre de 2009

Fugaz.

Así ha sido la mejor sensación de hoy.
Fugaz.

En serio, el amor platónico (o a primera vista), es una mierda. Bueno, me explico qué me ha pasado:
Estaba de camino a Alicante en un autobús, todo iba como la seda. Y entonces, a mitad de camino, paró el autobús. Recogió a una muchacha (calculo que unos dieciséis). Era vivaz e inquieta, se le notaba en la mirada y en su andar. Tenía pinta de ser muy activa, e incluso simpática del tipo tirando a cariñosa, si me apurais.
¿Que cómo lo sé? Ni idea, toda esa personalidad la creaba mi mente.
Ella vestía unas botas negras, pantalones vaqueros oscuros, una camisa con una corbata negra y por encima un jersey de lana negro. Llevaba también, si mal no recuerdo, un abrigo de estos actuales, que se abrochan como si fuera un batín.
Tenía dos maletas de ruedas, algo extraño en una chica de su edad, pero tampoco quise curiosear. Y... Lo que más me encantó de ella, que fue su simpática boina roja.

Ahora su cara. Dios mío, qué rostro tan genial. Creo que jamás me he quedado tan prendado de alguien de este modo. Su pelo se perdía dentro de aquella boina, por lo que no sé qué forma podría tener. Sólo se que resbalaba hacia un poco más abajo de sus hombros, formando una simpática mecha en un lado, que le tapaba el ojo derecho (no era emo, sólo se le había quedado así por la agitación de subir al bus); sus ojos, centelleaban a cada rayo de sol, de un castaño claro. Eran grandes y redondos, y junto a ellos, una nariz perfectamente redondeada acabada en una linda puntita afilada. No era una nariz grande, ni pequeña tampoco. Era linda, sólo eso. Y por último sus labios, carnosos y brillantes por el pintalabios. Tan sólo era un poco más grueso el labio inferior, el superior era fino. Resumiendo, era el rostro más bello que jamás me había echado a la cara.

No tenía pinta de ser una chica demasiado influenciable. Se la veía soñadora, como he dicho antes, vivaz. Se le notaba en su mirar inquieto y en un incesante tic que tenía de mordisquearse el labio inferior. Jo, cómo me gustaba verla morderse el labio.

[...]

En un momento, el autobús se detuvo y llegamos a la parada. Salí con prisas, tenía que evitar perderla de vista. Me acerqué y le dije:
-Perdona, ¿tienes mucha prisa? Necesito decirte algo. Desde que has subido a ese maldito autobús te has llevado mi malestar, has arrastrado a lo más profundo del olvido mis preocupaciones pasadas. Todo. Desde que has subido a ese maldito autobús... Me has hecho volver a nacer. Tu pequeña sonrisa al ver el sol salir detrás de cada arbol que pasábamos de largo me ha hecho olvidar cualquier daño. Tú, ahora estrella de mi camino. No me gustaría perderte ahora.




Está claro que sólo pasó en mi mente. Por un momento caí en un profundo malestar, sabiendo que jamás lograría soltarle algo así a aquella chica. Seguramente, al bajar en la estación, algún príncipe azul la estaría esperando.
Tan sólo espero que ese príncipe la cuide. No podría imaginar ahora a esa chica de pintas tan adorables malgastando su juventud con un superficial mono pelaplátanos.

Como bien podréis adivinar, el final fue que ambos bajamos. Yo me fui por la izquierda, y ella por su derecha.
Lo que ahora me hace reflexionar, es la dudosa parada que ha tenido ella nada más bajar.
Bajó, esperó a que bajara y me miró. Después, idiota de mi, pasé por su lado, notando su mirada clavada en mi, incapaz de mediar palabra. Ella al fin, dió la vuelta y se marchó.



... Creo que me estoy volviendo algo idiota. Pero bueno, ya tengo los pies en la tierra de nuevo. Sólo que... Ahora, pensar en la chica del autobús me dará una nueva razón para sonreir cuando sea necesario.

Ella al menos parecía feliz sin tener ningún motivo.

4 comentarios:

Patri O. dijo...

^^ q tontorrón sergio, t has kedado colgado de una ilusión...bueno igual no tanto, xq cuantas veces ha pasado por mi mente mi película perfecta, esas ensoñaciones que parecen hacer menos amargo el fracaso y te dan un poquito de esperanza...

Patri O. dijo...

al final me he decidido a volver y reconocer q...vaya comentario mas ñoño q he escrito! pff...

Anónimo dijo...

Me alegro infinítamente de que,al menos, no destacases su delantera, como hacen todos...

Rebeca Márquez dijo...

Qué más dá la ñoñería y esos rollos! :-b Q bonitooo!